Camino en silencio entre las flores podridas deslizo con delicadeza mi alma entre las lápidas, trato de no caer. La tierra mojada hace callar al silencio somos bolsas de carne, con tripas y huesos, sudan los cuerpos tratando de evolucionar, calmamos el dolor de almas perdidas desfigurando el rostro del Cristo aullan palabras de clemencia ante el final del milenio piensan que con eso se salvaran del incendio como si no fuesemos culpables de atizbar el fuego defeco sangre y de ella me alimento ya no quedan opciones nos undimos en nuestra propia mierda.
Soy una mujer, madre, esposa, poeta y gestora cultural