PRÓLOGO
FUERA
DE LOS MÁRGENES
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La definición de lo que la literatura es o deja de ser, nos
llega habitualmente desde los centros letrados de la intelectualidad y la
academia; en el caso particular de la poesía, el rango de definición es aún más
estricto y nos convence que se trata de una expresión de la belleza del mundo a
través de la palabra excelsa y la metáfora impoluta. Muchos creadores, en todas
las latitudes y tiempos, han buscado responder
a este dictamen y hacer de su obra una apología a lo hermoso, a lo delicado, a
lo sublime y como opción creativa nos parece totalmente válida.
Sin embargo, cabe preguntarnos: ¿acaso el mundo individual
y colectivo, artístico y social, se reduce solo a lo hermoso?; la respuesta nos
guste o no, es clara, el mundo real en tanto espacio construido y habitado por
el Ser Humano, se convierte en una instancia donde encontramos un permanente
juego de luces y sombras, donde lo noble se entrecruza con lo abyecto, el ideal
es sometido al interés, la palabra límpida y normada coexiste con el vocablo desnaturalizado
de la corrección.
Si la literatura es una expresión del mundo en toda su
complejidad, ¿por qué no se da el carácter de obra literaria a aquellas
representaciones lingüísticas que no coinciden con los criterios de lo
tradicionalmente bello, que apuestan por una opción creativa que intenta
trasgredir los márgenes simbólicos y lingüísticos, considerados como los
apropiados? Tal vez sea, porque las más de las veces no queremos que las zonas
oscuras de nuestra sociedad o de nosotros mismos, se presenten ante nuestros
ojos con toda la crudeza en que ciertamente contienen.
No obstante ello, a los largo de la historia de la
literatura latinoamericana y chilena, se han originado diversos intentos por
dar a conocer y crear un espacio para este tipo de obras literarias que,
colocadas por elección propia, fuera de los márgenes de lo más tradicional en
cuanto a su temática y lenguaje, buscan y se arriesgan a mostrar, más bien a
develar, un universo marginal que subyace a la superficie de nuestras sociedad
cada vez más desarrollada y más ciega.
Uno de esos intentos lo encontramos en el trabajo de
recopilación realizado, a fines del siglo XIX, por Robert Lehmann-Nitsche,
polígrafo alemán que arribó a la Argentina, contratado por la Universidad
Nacional de La Plata con el objetivo de realizar investigaciones como etnólogo.
De su contacto con las culturas populares del país, en particular de la cultura
urbana marginal de ese tiempo, surge su interés de compilar un cúmulo de
expresiones literarias y también musicales que eran un tema tabú para la
moralidad de la sociedad argentina de fines de siglo XIX, tales como canciones
de carácter prostibulario, folletines escritos a mano o impresos precariamente
y versos y refranes encontrados en las paredes de baños públicos, junto a otras
expresiones de temática sexual y de existencia precaria, creadas a partir de
una forma de lenguaje particular denominada lunfardo. Esta forma de hablar
constituía una jerga que en sus orígenes nace vinculada al mundo delincuencial,
pero que más tarde formó parte de la expresión oral cotidiana de la clase baja,
para instalarse posteriormente en el habla de la clase media.
Luego del análisis discursivo de los textos recopilados,
Lehmann-Nitsche se aventura a crear un concepto que da cuenta del carácter
sexual, escatológico y marginal de estos escritos y plantea la existencia de un
tipo de literatura marginal a la academia a la que llama “Bordellpoesie”,
literalmente poesía de burdel que también puede interpretarse como poesía o
literatura de los bajos fondos. Sus estudios en este sentido fueron rechazados
por el saber institucionalizado en Argentina, no pudiendo publicarlos, sino
hasta años después de su regreso
a Europa, en 1923 en Leipzig con el pseudónimo de Víctor Borde.
La obra que ahora nos presenta la escritora Nedazka Pika, “Sex
in the Pobla”, se inscribe dentro de los parámetros de la olvidada y
estigmatizada “Bordellpoesie”, pero lo hace desde una perspectiva actualizada,
inmersa en el Chile del siglo XXI, un país, cuyas ciudades intentan asemejarse
a las grandes urbes del primer mundo, llenas de tecnología, progreso y confort,
tratando de invisibilizar, a toda costa, espacios vitales y sociales que
carecen de los beneficios del tan mentado y manido desarrollo.
Lugares y personas que construyen su propio entorno bajo
los signos de la precariedad, el abuso y la injusticia y que lo expresan en su
propio lenguaje, que obviamente no tiene, ni puede tener nada que ver con una
lengua educada, pues la educación no alcanzó para ellos y su prioridad es sobrevivir
en un medio completamente hostil que los desconoce como parte del tejido
social.
Nedazka Pika, se atreve, en un gesto de osadía doblemente
meritorio viniendo de una mujer en medio de una sociedad machista, a correr el
velo que oculta estas verdades y a ponerlas frente a nuestros ojos, sin un
ápice de piedad ni complacencia. No podemos “hacer vista gorda” ante la falta
de oportunidades, la pobreza extrema, el alcohol, las drogas o el sexo, ya no
como formas de diversión o placer, sino como una vía de escape ante tanta
negación del Ser. Este libro nos obliga a internarnos en la periferia de la
cuidad y también de la comodidad, justo ahí donde cada día y cada noche “la
cosa” es permanecer vivos, respirar una vez más, aunque no se sepa exactamente
que conseguiremos con eso.
Probablemente, estas páginas no sean recibidas en todos los
espacios literarios, entre vítores y aplausos, habrá quien niegue su carácter
de obra literaria según los cánones establecidos, no faltará el crítico que
recomiende no leerla, como aconteció en tiempos pasados, pero pase lo que pase,
nadie podrá desconocer con liviandad que se trata de un libro, cuya realidad es
innegable, por mucho que tratemos de esconderla “bajo la alfombra”.
Damos la bienvenida a este libro de poesía y relatos breves
y a su autora, usando las palabras que, seguramente, diría uno de sus
personajes: “Wena, Loka…La hiciste”.
Ingrid Córdova Bustos,
poeta y narradora chilena.
SEX IN THE POBLA
Me acuerdo de las
noches en la pobla
cuando compraba 3 papelinas por luca
y cargaba mi pipa,
en medio del peladero
de la Santa Magdalena 2,
calle Observatorio,
donde estaban los penhouse
Virada de todos los lugares,
buscando lo impensable,
en estado de inminente locura
escondida entre las ramas, miraba
a una puta con su cliente,
culiando sobre un colchón
al lado de un perro putrefacto
Una escena imborrable:
Ver como el hombre refriega el pico en las tetas,
la agarra de las mechas y se vuelve loco con otro pipazo
botando la preciada ceniza
Ahí junto a los restos del perro,
ya para terminar el hombre dice:
¡Ponte en cuatro, quiero meterlo!
pasan los guarenes entre las baratas,
cuelgan las arañas de sus telas
y el hombre, cavernícola excitado,
se lo metía compulsivamente a la puta,
mientras ella en su antena
prendía fuego pa no perderse
la última quemá.
El loco acaba
espontáneamente
tira su webá para todos lados
lo esparce hasta en el improvisado colchón.
“No me gusta acabar adentro”
“Tení confort?
“¿Qué creí que éste es
el Jayat?,
con un trapo del suelo se limpia la cabeza del pico
“Ya vamos, que los demás se pueden dar cuenta”
Acabado el espectáculo,
y yo sin ceniza
fui a ver a mi amigo en descomposición
humedecí la punta de mi dedo con un poquito de saliva
y rescate la preciada ceniza.
Me pegue el último pipazo
sentada a orillas del colchón,
llegó la puta con otro huevón:
“Amiga, ¿está ocupando acá?”
No, dele no más… yo me voy.
ABRA LOS OJOS, NO SE HAGA EL HUEÓN
Qué es lo que está pasando,
el mundo gira en torno a ídolos paganos
que responden al nombre de políticos,
nos roban las riquezas,
impiden un desarrollo cultural
poniendo impuestos hasta en los libros,
y es el pueblo quien los escoge
el mismo que permanece indiferente ante tanta falta de
respeto...
Soy demasiado tolerante como para ser comunista
y no tengo estómago como para ser derecha...
La política, mis amigos, es una mierda
que poco a poco nos denigra
y la verdad da vergüenza ajena
ver las grandes discusiones y argumentos de nuestros líderes,
mientras en el norte aún no se concretan los proyectos de
ayuda a los damnificados
y en la Isla de Pascua siguen con una escuela improvisada
y para que hablar del sur
donde mi adorado Arauco sigue en la lucha contra el Huinca
al que aún le pagamos tributo.
Amén.
TEORÍA DE LA POESÍA SUCIA
La poesía sucia ha existido desde que el mundo es mundo
o ustedes creen que fue una manzana lo que se comió Adán?
No fue el sexo normal
de animal en celo lo que hizo que los expulsaran del paraíso
O usted cree que la serpiente es metáfora?
No, les informo:
Ese, señoras y señores, fue el primer trío de la historia,
dónde Eva, fiel representante de la mujer, sufrió múltiples
orgasmos cuando la serpiente le metía la colita por el chico a Adán,
Y es por este degeneramiento que Dios de envidia les dijo
fuera del paraíso...
Por eso, nosotras, sangramos todos los meses.
ABORTO
Mis sueños de ser madre se fueron por el excusado
una mañana horrible de marzo,
como esas noches en que estaba cagá de frío por las calles,
buscando respuestas a dolores
que sangran como mi útero,
el desconsuelo se pasa,
pero soy una bestia complicada:
indomable,
intocable,
inalcanzable,
mi corazón parchado está latiendo,
muy despacio.
Ahora soy una bestia que pasa las penas en una cama suave,
de una jaula hermosa llena de plata y oro,
pero la bestia es una bestia
y todo lo quiebra y todo lo rompe,
porque se siente herida,
quiere escapar de ese dolor delirante
y se encierra en poesía, en palabras de mierda que le sirven
para llorar.
Vieja Zorra
Quiero hacerte sentir todos los castigos prohibidos,
quiero meterte el palo de la escoba por el culo
para que veas que de verdad duele cuando no le tiras un
escupito,
necesito que comprendas que a pesar de los años que tengo
aún me gusta cuando pasas tu lengua
entre mis deformados labios
de tantos mamones mal terminados,
que aún me gusta correrte la paja en la mañana
y que acabes en mi cara,
para que el cutis se mantenga.
Debo confesarte que me gusta
cuando pellizcas mis senos
mientras punteas medio curao y dormido
y que aunque no lo creas
aún siento orgasmos cuando cabalgo
perdida en el éxtasis de recuerdos de amores violentos.
No todas mis mascotas fueron sensibles
hubo muchos que me golpearon,
me violaron,
me vendieron,
me usaron,
pero en fin,
eso me hizo ser la perra que soy ahora,
pase la etapa de la maraquita que siempre termina en la calle
llorando,
con el culo lleno de mocos y las costillas rotas.
Lo que siempre me ha gustado es nuestro secreto enorme
de mantener la cama caliente,
labor que he cumplido
como una buena gata callejera
culiandote en el baño, mientras te duchas
en el cementerio, mientras enterraban a tu madre
en la lavadora, cuando empezaba la centrifuga
no hay parte en de nuestra historia
en la que no haya terminado
desnuda
penetrada
con el culito mojado
Me encanta cuando estoy desnuda en la tina
acariciar mi clítoris con mi juguete regalón
o pasear en la casa con mis tetas al aire
recordando esos tiempos
en que bailaba desnuda al ritmo de canciones calientes de los
90
una mariposa traicionera que intoxicaba los tragos
para atacar las billeteras abiertas,
y la entre pierna mojada
llena de saliva,
no precisamente de los clientes del privado.
Por eso estamos juntos,
porque contigo soy libre,
sin explicaciones ni tabúes
eres el que me lo permite todo siempre,
yo, la de los besos negros entrando el amanecer,
la que te araña la espalda
mientras copulas palabras cochinas en mis oídos,
la que te mete el dedito en culo cuando estas acabando,
la que emite esos aromas de perra en leva
que te volvieron loco mientras me lengüeteabas
y tragabas mi sangre cayendo en un hechizo
de menstruación y semen,
una furia loca de sexo desmedido
como me gusta
como nos gusta.
EL SHOW DEBE CONTINUAR
Debo decir que nunca me
gustaron
los charlatanes
que hablaban toda la noche entre rayas de coca
pidiéndome que les cagara en la cara,
eras tú el loco sensible y enamorado
nunca drogado
no como otros,
a esos que les gustaba
vestirse de guagua y que
le cambiara los pañales.
El dinero era lo más importante en esa época
y yo era muy abierta de mente
como para cumplir esas fantasías,
claro que si alcanzaban a cubrir el precio.
Yo era una experta,
partí en Vespucio, con las tetas al aire y un colaless,
entre los travestis aprendí el arte del robo y el engaño,
de comer sopaipillas con ají
antes de chuparlo
para que a los wueones les ardiera
mientras mis dedos se metían en sus bolsillos.
Pase a Providencia, camine desde Plaza Italia a Suecia
y en al camino conocí el estacionamiento de la Clínica Indisa
donde un rati loco pegó un tiro al aire
mientras eyaculaba en mi boca.
y de Santa Magdalena
las putas envidiosas me echaron cagando
y yo les di cara a las feas culias,
llegué con 3 travestis y una 9 milímetros
a ver si querían sacarme ahora de la esquina,
pero a mí me gustaba vagar por los bares,
encerrarme en el baño con el Negro Piñera
intoxicarme en buen whisky y chapulines,
no me daba ni cuenta cuando terminaba en el Sheraton,
arrancando de habitaciones de extranjeros.
Era divertido dejarlos amarrados a la cama
en espera de unos zorrazos en la cara,
pero no siempre fue todo bueno
recuerdo cuando andaba un psicópata
en un Ford verde,
después de varios golpes
y de rasgar mis medias de red
me tuve que tirar del auto en movimiento
para salvar mi vida.
Había de todo en ese tiempo,
después de esa experiencia, recuerdo,
decidí trabajar en un privado, con la Angélica
me paseaba toda la noche en un Mercedes
acompañada de mujeres,
lujosos vestidos,
era una gran diva
me codeaba con el Gonzalo y la Sarita
me enseñaron a caminar con tacones
y a maquillar mi rostro
pero solo es era una máscara, a ellos no les importábamos.
Una se enfrentaba solita a los clientes,
yo, la que estuvo en el Napoleón chupándole el pico al Chico
Zaldívar
yo, la que siempre tenía una bolsa de coca para pasar los
malos ratos
yo terminé en el Diego Portales con la nariz rota
un loco de mierda me golpeo con un martillo en su volá de
persecuta
de ahí se me acabaron las ganas de seguir en los privados
el maricón de la Angélica valía callampa,
lloré mucho me acuerdo
más encima quede panda, ambos ojos morados
y la bolsa de coca ja ja ja
la bolsa de coca no sirvió de nada… la chucha.
Tenía la nariz tapada de sangre
y el maricón culiao me reto más encima
estuve una semana tomando,
me ardía el alma de la impotencia
mi nariz nunca quedó igual
lloré mucho me acuerdo
era la misma wueba que tener al cafiche
estaba tan cansada y decepcionada,
después de haber estado en el Fabiano Rossy
que sería de mi vida con mi cara machucada.
En fin la vida sigue
pensé como cualquier artista
el show debe continuar.
PERFARSA (manifiesto versión sucia)
Yo no necesito ponerme la máscara de poeta,
yo solo soy una mujer, que le ganó a la coca
una loca,
que le dio la vuelta al destino,
y sé cómo duele el pene en el culito
y cómo duelen…. Ay, como duelen!
los cachuchazos en loci.
Yo no necesito ponerme la máscara de poeta,
y sí!...fui puta, pero nunca
tuya, nada era por amor en esa época,
con eso pagué la comida y la educación de mis críos.
A veces me pongo a pensar en la verdad,
porque la verdad es un arma muy ácida,
que arde cuando no te gusta la realidad.
Por eso,
yo no necesito ponerme la máscara de poeta,
hablo de esos matriarcados,
porque yo soy una mujer realista
y sé de lo que hablo,
no hay peor culpa ni tragedia
que quedar preña de un drogadicto cualquiera
y ser pobre…
tan pobre!
Y los golpes que recibes,
cuando no te pones en cuatro patas.
y sí… muchas veces tuve que bajarme los calzones
en autos de desconocidos por un poco de dinero,
autos que brillaban como la caravana de la muerte
y la familia me miraba
y murmuraba entre dientes:
“no falta el tío maricón o la prima maraca”,
pero ellos no se acuerdan que cuando eran chicos
la prima maraca le
compraba los útiles y los zapatos pal
colegio.
Un sueño, como decía la abuela: “Hay que luchar, compañera”,
pero mi abuela se desangró limpiando baños ajenos para
terminar con una pensión miserable que ni si quiera le alcanza para comer.
Por eso no necesito ponerme la máscara de poeta,
soy una mezcla extraña,
entre Lemebel y el Chacal de Nahueltoro,
mi cuerpo está lleno de cicatrices
que hablan de un pasado reflejado en mis escritos.
Soy lo que Soy
el pico en el ojo que te desmiente cuando vienen con el cuento
por eso que no necesito ponerme la máscara de poeta,
yo soy un ave con las alas parchadas, que vuela libre en un
cielo lleno de buitres.
LA SANGRE NOS UNE
Estoy juntando todas las toallas higiénicas ensangrentadas
para tirártelas en las puertas de tu bóveda,
quiero hacer un té con toda mi sangre coagulada
de todas las menstruaciones presentes
para que recuerdes el daño que me hiciste en el pasado,
quiero que sientas el sabor amargo del gusto de la sangre
como cuando me golpeaban en el hocico
y me botaban los
dientes
porque eras tú,
y tú y yo sabemos que eras tú.
Quiero que sepas que se siente amargo este dolor eterno,
que tengo en lo profundo de mi alma.
Estoy juntando todas las toallas higiénicas con sangre,
las miro con dolor del parto frustrado,
porque tú y yo sabíamos que eras el padre,
porque tú y yo sabíamos que eras mi padre.
FINAL FELIZ
A veces miro la televisión
veo las historias con cuento de final feliz,
veo que las personas comprenden a otras personas,
y todo aparentemente parece el final de la historia,
pero hay veces que hay daños colaterales
que van más allá de una felicidad momentánea,
hay cosas que no se pueden cambiar
y cuando uno se da cuenta que se equivocó y trata de
cambiarlas,
es tarde
queda solo ser juzgado y condenado
y uno simplemente tiene que callarse,
agachar la cabeza
asumir las culpas.
Es difícil recomenzar
cuando la realidad del daño que ya hiciste es irreparable,
las mentiras, el engaño, el abandono,
no hay memoria que aguante ese dolor,
por muy justificado que sea,
yo lo entiendo y me duele,
porque lo entendí antes
y me cayó tremendo escupo en la cara,
por la boca muere el pez
yo lo entiendo y me duele,
pero en el fondo nunca fue mío
yo se lo di a otro
solo queda pagar la condena
hay que tener presente que todas las historias no tienen un
final feliz.
GRECIA
Cuando camino por las calles de Grecia
Entiendo por qué cantaba Víctor Jara: “Las Casitas del Barrio
Alto”,
cuando camino por las calles de Grecia
veo todas esas casas bonitas de colores llamativos y a la
moda,
con sus rejas bajitas, su antejardín, su lindo pasto y su
perro de raza que ladra y menea la cola,
luego me acuerdo de mi
casa,
donde vivimos enjaulados, porque la delincuencia nos asalta a
cada rato.
Me gusta caminar por Santiago y escribir lo que siento y
siento que quiero vivir en Grecia,
yo quiero ser de Ñuñoa, de la Reina Alta, de Macul,
dónde las plazas están limpias
dónde la seguridad ciudadana si funciona,
yo quiero ser de Grecia o de Macul,
pero no puedo, porque yo fumo porro,
y cuando prendo un
porro, llegan los pacos,
la seguridad ciudadana
y todos esos,
pero si prendes un verde en Grecia, eres ignorado,
eres ciudadano de Grecia y fumas, porque está de moda y tú
cultivas,
no le compras al traficante poblacional.
Me gusta caminar por las calles de Santiago y escribir lo que
siento,
aquí se te pasa multa hasta por pisar el pasto,
y en mi pobla por más letreros de multas,
siguen botando cachureos y basuras en el peladero que iba a
ser multicancha.
Me gustan las calles limpias,
hasta el smog huele distinto en la Reina Alta,
me gusta caminar por las calles de Santiago y escribir lo que
siento,
te das cuenta de por qué la Rotonda Grecia es la Rotonda
Grecia,
te das cuenta por qué en la Reina Alta no hay flaytes,
aunque no falta uno que otro de los que cuidan autos,
pero esos no son flaytes de verdad,
visten a lo Dady Yankee,
fuman verde, consumen coca
y trabajan en eso porque son los hijos rebeldes de papito,
los que no quisieron estudiar,
los que ni siquiera entienden para qué es la reforma
estudiantil,
porque papito les compra un título universitario
en la universidad de su compadre Joaquín Lavín,
y todos los autitos del año les deja una buena propina,
aunque no falta el cuico cagao que trabaja en el gobierno
que solo da las gracias,
porque esta tan acostumbrado al servicio comunitario,
porque todo se lo dan gratis,
porque ellos son parte del gobierno,
ellos son parte de existencia misma,
ellos no son como nosotros,
ellos son los patrones y nosotros los empleados.
Me encanta pasear por las calles de Grecia,
oler sus perfumes de Carolina Herrera,
o la última fragancia del Antonio Bandera,
me gusta ver cómo andan en bicicleta,
con tapabarro,
con su casquito
y con la chaqueta reflectante que dice: Ñuñoa la lleva,
igualito a los loquitos que van a buscar mi pedido de yerba en
la pobla,
es raro, me siento extraña,
parece que la cordillera la voy a tomar con una mano,
tengo una linda visual,
ubícate, ando en Grecia, yo soy de la Reina Alta,
ubícate, aquí los jardines están llenos de rosales,
en mi casa está lleno de basura y de cachureos.
Me encantó dar una vuelta por Ñuñoa,
me encantó ver una realidad a la que yo no puedo aspirar,
porque para vivir acá,
tendría que ganarme como 10 subsidios habitacionales,
porque esto no es para gente como yo,
no hay bono de la Bachelet que sirva
mi alma no se la vendo al diablo,
prefiero ser pobre y digna que cuico hueco.
Me encanta caminar por las calles de Santiago.
HIJO DEVOTO
Yo, el último hijo,
el menor de muchos hermanos que la abandonaron,
yo, el niño de los ojos tristes,
de la mirada serena,
yo, el de la peluca colorina radiante
el de la minifalda sin calzones
con un truco bien hecho,
las medias de red,
las bucaneras rojas como el pico ardiente,
yo, el que lo chupa en Vespucio,
el que se vuelve loco y arroja bujías a los parabrisas
después de quitarle la billetera
y meterles el pico,
yo, el último hijo de muchos hermanos que la dejaron sola,
yo, que por las noches me sale el aullido,
el hijo ignorado por su padre,
porque le salió muy refinado,
el que no tendrá descendencia,
el que te cuida y te abraza cada noche antes de salir,
el que reconstruyó tu casa que se caía a pedazos,
el niño de ojos tristes,
el que asalta a las putas cuando anda con la wuea,
el que se vuelve loca
y con la cortapluma les cortó el pelo a los maricones que se
creen lindos,
yo, el sin descendencia,
el que cobra el prote en las esquinas,
yo, el hijo devoto,
yo, lo peor de tu descendencia,
la peor pesadilla de muchos,
el amor más grande de mi madre.
FLAYTE
Oye flayte , déjate de fumar marihuana en la esquina, de andar
tomando chela en la plaza, ¿no ves que es una falta de respeto a la comunidad?,
¿no te das cuenta que hay niños y mujeres casadas?
Oye flayte, si ya sé
que las pintai de lanza internacional en la pobla, si al final andai de
comerciante ambulante en las micros y a veces te las dai de rapero con ese
parlante culiao, oye flaite si vos no pasai del reggeaton, jamás
serás rapero, porque tus letras son más fomes que jubilao caliente sin
viagra, y por favor, deja de llorar la carta de aporte cultural, cambia el
cuento que da vergüenza por los verdaderos raperos; si vos soi un
cuentiao, no más poo.
Oye flayte, déjate de
sacarte la polera en la calle, si vos no tenis calugas, la guata te cuelga como
la de un camionero, oye flayte para que hablai de coca si vos soi pastero, se
te cacha el olor a pasta que te sale por los poros.
Oye flayte, déjate de pintar el mono, cualquier día de estos
te va a salir un wueon choro y de un
tunazo te va quitar lo flayte.
GOLPE EN LA CABEZA
Desperté, estaba desnuda con una fuerte jaqueca. Empecé a
tratar de recordar lo que había pasado y recordaba cuando tomó fuertemente mis
manos, me abrió la blusa bruscamente y paso su lengua entre mis senos al
descubierto. Sentía su falo rozarme duro, sumamente duro, me miro y me dijo
-
Me gusta ser un poco sado y a ti te gusta, se te
nota en la cara de felicidad que tienes –
Metió su mano entre mis piernas y mi vagina estaba toda
mojada, él era hermoso tenía ojos azules profundos, se asemejaba al demonio
escondido en el cuerpo de un ángel. Me introdujo sus dedos y comenzó a jugar
con mi clítoris volviéndome loca, y él aún no se sacaba ni siquiera la camisa,
después de eso me soltó y me dijo:
-
Voy al baño y vuelvo –
En la espera, sin saber que hacer me desnudé, me recosté en la cama y no
recuerdo nada más, fue como un golpe en la cabeza, un lujurioso golpe a la
cabeza.
MAMITA
Yo sé que Chile no es un país justo, y lo sé, porque me ha
tocado vivir en carne propia la injusticia de un país netamente machista, un
país donde los femicidios y parricidios son una verdadera burla para el
sistema.
Lo digo con conocimiento de causa, mi nombre es Rosa, tengo 60
años, mi hija fue víctima de múltiples abusos por un mal hombre que a los 16
años la dejo embarazada. Ni siquiera en el embarazo pudo estar tranquila, ya que él cuándo se
tomaba un copete, se fumaba unas pastas
y salía con los amigos de farándula, llegaba choro y la maltrataba
demasiado. Después que nació la niña, pensamos que el hombre cambiaría, ya que
mi hija estaba verdaderamente enamorada de él.
Debo confesar que mi esposo, que en paz descanse, también fue
un maricón de mierda, de esos que golpean
hasta romper la quijada. Mi hija vio muchas veces como me sacaba la cresta.
Después de continuas denuncias de los múltiples abusos, mi
hija decidió separarse de este hombre y a pesar de las medidas cautelares y las
órdenes de alejamiento, él igual llegó a la casa, gritando, haciendo escándalo,
insultando. En medio del alboroto, despiertó la pequeña y el hombre de un
charchazo la dejó inconscient, tirada en el suelo. Mi hija, en medio de la
angustia y el dolor, tomó el cuchillo de cocina y se lo enterró al hombre tres veces,
vaciando con furia toda la frustración de la miserable vida que le tocó vivir.
Llamó a carabineros, ellos la tomaron detenida, la pasaron por parricidio. Fue
condenada a 15 años y un día.
Nadie tomó en cuenta el atenuante de mi hija, de que había
pasado sus últimos 3 años violentada de forma continua por un hombre que solo
consumía el oxígeno. Ahora yo, una mujer vieja para estar criando, con una
pensión de 65.000 pesos mensuales, que no puedo trabajar, porque pierdo ese
beneficio, tengo que luchar por criar una nieta de 3 años.
Termine de comerciante ambulante, con mi nieta al lado,
vendiendo bebidas en el Metro Estación Central. Yo soy de San Pablo y todos los
días cargo el carrito de con los envases de ida y de vuelta, tratando de
ganarme la vida, porque no tengo otra opción, mi nieta está creciendo, mi hija está en cana, y alguien tiene que
mantener la casa, porque no hay ningún bono de la señora Bachelet que acalle
este llanto. Trato de luchar y salir adelante, porque esta pequeñita no tiene a
nadie más, solo a mí, al igual que mi hija, no falta el paco culiao que me echa
o me quita la mercadería, no se dan cuenta del estado en que me encuentro. Claro
que he quedado asombrada de algunos con más criterio, casi siempre con estrellas, que me dicen:
-
Mamita, vaya a darse una vuelta y vuelva en una
media hora más. Nosotros no la hemos vistos, y ahí va poder trabajar tranquila.
Algunos son conscientes de que mi realidad social no da para
otra cosa.
Es triste la vida, es triste la justicia y es triste saber que
todas las noches hay una mujer que llora con los ojos morados, con las
costillas rotas, por hombres que no valen la pena, pero a veces el amor que se
siente por ellos, hacen que se conforme
estar así, hacen que crea la frase:
-
Esta noche cambiaré.
LA TÍA QUE VENDE PITOS.
Así es la vida aquí en la pobla, a nadie le importa lo que yo
siento, a nadie le importa, porque terminé
así po, siendo que nunca fui mala. Nosotros llegamos aquí cuando esta
wuea era toa de tierra, fue como que dijieron: - Ahí se quedan los del campamento -, nunca encontré
una pega decente, porque como yo no sé hablar bien, más encima me preguntaban:
-¿ donde viví ?, - En la Pintana, soy de la Santo Tomás y que?- y me echaban cagando al toque
Pa que te voy a hablarte de mi marido, pasaba curao y yo con
los ojos en tinta, ennegrecidos por el odio de un borracho, y yo me preocupaba que no les pasara naa a
los cabros chicos, que iba a ser, llamar los pacos, si los pacos no se meten en
mi pobla, acá se arregla too entre nosotros no más, y vino un loquito y me
dijo: - Oye mamita, te quiero ayudarte -,
me paso 100 gramos de coca, me enseñó el negocio. Trajo un ladrillo de
porros y me regaló la juguera para que empezara a molerlos, y empecé a traficar
y empecé a tener plata. Ya mis cabros chicos no andaban con los mocos colgando,
llorando cagaos de hambre, mi marido se fue, se perdió como un mes, y así se lo
pasa, siempre que llega, llega a puro robarme, o a echarme la bronca, aunque
ahora no es tanto como antes, porque mis
cabros me defienden, pero aun así siempre me apuntan con el dedo, y cuando mi
hijo se ahorcó, me condenaron tooos aquí en la pobla, me señalaron y decían:- Que
esperai si la loca vende droga poo. Ese el precio que tiene que pagar -; y yo
estoy clara, yo estoy clara que el loco vendía de la wuena, yo estoy clara que
la plata no nos falta, yo estoy clara que los años en cana que he tenido que
cumplir por el tráfico, hicieron que mis hijos sean así, porque yo no estaba. ¿Con
qué cara le digo yo a mi hijo:- No te peguí un jale, que esa wuea te hace mal,
no fumis marihuana, no fumis pasta, no veis como esta de cagao tu papá y tu
hermana- ¿Cómo le digo algo?, si yo también estuve en la misma, cuantas veces
fui a su casa, porque llegaba mi nuera asusta llorando con los cabros chicos,
que el loco estaba terrible paranoico, con el fierro en la mano, y cuando llegaba, me decía : -Mamá no veis
los wueones, si ahí están, están todos escondidos, si esta maraca chuchasumadre
me tiene la casa lleno de wueones -, me lo gritaba con la nariz tapa, con los
ojos distorsionados, que podía esperar.
-
Hijo, deja de hacerle a la wueá, hijo, haga otra
cosa, déjese de vender.
-
Mamá, si no estoy jalando.
-
Pero veís wueones donde no están, ¿ que creí que
soy hueona?. Esta wuea te lleva por mal camino.
-
Bueno y que hablai vos, no te acordai cuando te
ibai en cana y nosotros quedamos botaos, porque mi viejo estaba terrible curao.
¿Qué digo yo frente a eso?, quién entiende mi dolor, quién
entiende mi aislamiento…Sí, yo soy la tía, la del negocio de la esquina donde
vende marihuana, la que tiene la terrible mano de falopa; que voy a hacer yo,
si tenía que comer, que voy a hacer yo, si la asistentes sociales ni se meten a
esta pobla, y ahora que puedo hacer ya se hizo el sacrificio. Mi hijo ya se
fue, ya se ahorcó…este dolor no se lo doy a nadie, él ya está muerto, yo
siempre quise que mis hijos fueran mejor que yo, y pensé que teniéndolos
peinados de pies a cabeza, pura ropa de marca, iban a salir adelante los locos.
Cuando tuvo 16, le compré su moto al loco. Pensé yo que eso era lo importante,
que no les faltara nada, pero me equivoque, me equivoque tanto, tanto, que mi
nuera sigue vendiendo coca en la casa, y lo más probable que mis nietos sigan
los mismo pasos. Me equivoque tanto, que mi hija trabaja de puta, y ni siquiera
la puedo tener en la casa, porque es terrible de angustiá y doméstica, la
culia. Mi yerno está en cana, tengo que esperar que él salga para ver si puede
controlar la casa, y mientras tanto yo crío a los nietos, y ¿los crío cómo?, si
toos cachan que yo vendo, que soy la tía, la traficante de la esquina, pero nadie sabe mi dolor, nadie comprenden la
lágrimas negras que se cruzan en mi camino ahora, porque nadie me enseñó, nadie
me lo explicó, y ahora que ya lo entiendo, es muy tarde. Tengo a mi hijo en ese
ataúd.
SENAME PUDAHUEL
- Hola
cabra chica, ¿no tenís frío?
- Sí,
un poco.
- ¿De
onde soy?
- Voy
al 35 de Santa Rosa, me tiraí?
- Ya
cabra chica, súbete, ¿por qué andaí sola a esta hora?
- Es
que me fugué del hogar, voy donde mi
vieja. ¿Vos soy malo?,¿ o soy vío?
- ¿A qué te referís con eso?
- Naa
po, que yo toi vía, sé que tengo que pagar la carrera de alguna forma, po. Si
querís te chupo el pico.
- Ahhh,
vos vai directo al hueso.
- Directo
al hueso, po y mejor, hablemos claro, si no es primera vez que me fugo del
hogar, lo que me interesa saber es si soi malo o soy vío.
- A
ver explícame eso, cabra chica, porque igual la carrera es larga de Pudahuel al
Castillo
- No
me importa si te tengo que chupar el pico hasta que acabes, y si querís meterlo,
me interesa que te pongai un condón. Lo que no quiero es que me peguen y que me
dejís cerca de donde voy, no importa que no sea en mi casa, porque algunos wueones me han dejado
tirá a medio camino.
- No
cabra chica no quiero que me chupís el pico, vamos a ir a la farmacia a buscar
unos condones, no tenís hambre?
- Sí,
estoy cagá de hambre.
- Vamos
a comprar unos completitos antes
- Sabís?,
igual te lo chupo
MANIFIESTO
Yo no
necesito ponerme la máscara de poeta, yo solo soy una mujer, que le ganó a la
droga y le dio la vuelta al destino, yo soy de esas que no le cuentas
cuentos, sé cómo duele el pene en el
culo y como duelen los puñetes en el
ojo, desde niña aprendí, lo que es tener un hombre que se adueña de tu alma, como
si solo por ser mujer, fueses esclava de las circunstancias. Yo sé lo que es
andar en la feria recogiendo la fruta que otros botan, se lo que es comer
lentejas por un mes, porque la cesantía te obligaba, yo simplemente preferí
abrir las piernas un rato, mientras
pagaba la educación de los niños, a seguir con el adicto que el destino me
había colocado como padre de mis hijos.
A veces
me pongo a pensar en la verdad, porque la verdad es un arma muy ácida, que arde
cuando no te gusta la realidad, pero la verdad es que existen muchas madres que
son prostitutas que arriesgan su vida a
diario, por tratar de sacar adelante a la familia, hablo de esos matriarcados,
que día a día vemos, y cada vez se hacen más comunes, porque yo soy una mujer realista y sé de lo
que hablo, de los riesgos y enfermedades, ¿o ustedes creer que nunca me
tuvieron chupándolo con una pistola en la cabeza?,¿ o ustedes creen que los
Ratis están todos cuerdos?, ¿o ustedes es de esas personas que piensa que los
pacos prenden las luces y la sirena para pillar a los delincuentes?, ¿o que
cuando hay una balacera los pacos salen de la comisaria para ver qué pasa?, porque
en este país si tienes un título técnico y vives en La Pintana nunca te llaman
de los trabajos, te catalogan de poblacional e ignorante, y la mayoría de las
veces que te contratan, viene ese jefe tipo viejo verde que si no te está
joteando te está amenazando, y en el barrio las viejas siempre te tratan de
prostituta solo por ser madre soltera, porque no hay nada más penca para una
mujer que estar embarazada y ser pobre,
tener un hombre abusador que lo único que hace es golpear tu rostro cuando no
te pones en cuatro patas. Porque cuando caes tan bajo, y esperas un apoyo, la
mayoría de muchos padres adictos se hacen los desentendidos de lo que te pasa y
quedas abandonada a tu suerte y a las miradas capciosas de viejas moralistas
que debieran morir mordiendo sus lenguas.
Debo
confesar que cuando me enfrente a mi realidad de hembra herida, saqué fuerzas
desde mi útero, como cuando estaba pariendo, y enfrente el peor de mis miedos.
Salí esa noche y de vuelta al amanecer, ya no era la misma, el miedo se me
había escapado, ahora miro a los hombres de otra manera, había pasado de ser
una amante tierna a una máquina, que solo veía esto como una solución a la
triste realidad que enfrentaba y me pase por la raja los comentarios de los
vecinos y si alguno tiraba alguna talla indebida, me paraba enfrente con la cara deformada de rabia y le decía: - Disculpa no te escuché que
decías?, que con solo mirarme agachaban la vista. Porque la verdad es que te miran diferente, creen que la cosa es
llegar y meterlo, que acá se presta para el hueveo, pero una 22 corta hace una
gran diferencia.
Lo malo
es el amor que se transforma en un cuchillo de doble filo, que a veces duele y
a veces te mata.
Muchos
me consideran una gran amiga, algunos dicen que podría haber ganado el Nacional,
si no hubiera muerto mi padre, lo que no saben es que a mí no me importa la
fama, me importa cada día ser mejor persona, la memoria se torna frágil para
los malos recuerdos, ya no me encierro, ni me castigo, las depresiones no
juegan ya conmigo, no soy ni juez ni verdugo, asumo las cosas como vienen y de
quien vienen así el mundo se me hace más liviano, las cosas se toman con mayor
madurez.
Quiero
dejar muy en claro que a mí me costó mucho ganarme mi respeto, que no fue fácil
porque la política nunca ayuda, siempre corrompe, y yo di vuelta la espalda
porque no podía quedarme con el dinero de un pueblo que ardía por democracia. Tuve
que seguir mi camino y si muchas veces debí que bajarme los calzones en autos
de desconocidos por un poco de dinero, eso no me hace menos mujer o menos digna
que cualquiera.
Yo soy
de esa generación que estudió en un colegio católico, donde nos enseñaron moral
y ética, mientras le metían el pico en el culo a los estudiantes y nadie decía
nada, pero el ardor de ese niño, que nunca fue el mismo, no lo he olvidado.
Yo soy
de la época en que la familia prefería hacerte un aborto a escondidas, con una
vieja culia de pobla, que te sacaba a pedazos los fetos y te dejaba estéril
sangrando en una posta de urgencia, porque en esa época valía más la imagen de
familia que el dolor de una adolescente
violada.
Yo soy
de esas grandes personas que se quedaron solas a mitad de camino y terminaron
aislados de la familia, porque siempre con sarcasmos me miraban y entre dientes
murmuraban: - No falta el tío maricón o la prima maraca-, pero ellos no se acuerdan
de cuando eran chicos, era la prima maraca
le compraba los útiles y los
zapatos pal colegio, porque el papá pasaba cesante y borracho en las pipas de
la esquina pidiendo moneas.
Yo era
de esas ilusas que repartía panfletos del NO, porque creía que el sistema
merecía un cambio, que podríamos ser mejores y después me di cuenta que en el
fondo para los pobres daba lo mismo el nombre, seguíamos siendo esclavos. Mi
abuela se desangró limpiando baños ajenos para terminar con una pensión
miserable que ni si quiera le alcanza para comer, yo soy de esas personas que
termino conviviendo con travestis en las esquinas de Vespucio y me asombraba la
calidad intelectual y fraternal de estos, pero que la sociedad dictaminó que
eran inadecuados para cualquier trabajo. No hay nada más triste que ser maricón
y pobre, maricón sí, porque a ellos no
les molesta ese término, por el contrario, le da realce a su postura y en sus
casas nunca falta el pan o el vino, y
otras sustancias. Yo era una de esas convencidas que a lo mejor un paño
rojo podría mejorar el color del congreso, pero muchos que robaron mis votos,
andan en auto nuevo y ni siquiera recuerdan mi cara de poeta frustrada, de
maraca emputecida, por sus promesas de ayudar al progreso y la evolución sin
embargo siguen entregando esas casas de 1 metro cuadrado, sin posibilidad de ampliación.
Me arde el culo cuando veo la constitución
política, será que me acuerdo de esos tiempos en los que me decían los pacos de
mierda: - Tú ya sabes cómo ponerte si quieres permanecer en esta esquina- ,
porque la constitución política a nosotros siempre nos tiró a cagar. Hicieron
algo llamado sistema neoliberal, y que es esto, es simple, es donde el rico
invierte, el político sigue lucrando y nosotros los que vivimos en las calles
de tierra, con los angustiados en las plazas
seguimos esperando que algo cambie. Hablo de donde los traficantes se han adueñado de las
poblaciones y el estado les sigue dando penas que a la semana, cuando mucho, lo
vez parado de nuevo en la misma esquina.
Soy una
mezcla extraña, entre Lemebel y el Chacal de Nahueltoro, y a veces, solo a
veces puedo ser tan dulce como un verso de Teresa Wilms Montt, a pesar que mi
cuerpo está lleno de cicatrices, porque
cada cicatriz de mi cuerpo habla de un pasado, un pasado que se ve reflejado en
mis escritos, que tratan de hacerles ver
que nosotras las mujeres de población, las que cada día nos arriesgamos por el
bienestar de nuestra familia,a las que
aguantan a los maridos borrachos, a los hijos homosexuales, las que de verdad
somos mujeres con una cesárea mal terminada, por ellas hablo y no me comparo en
grandeza ni a la Gabriela ni a la Isabel. Soy lo que soy, la pulga en la oreja
que te desmiente cuando vienen con el cuento: - la pura puntita-. Acá en Chile
estamos acostumbrados a pasar hasta el poto y después estirar la mano, conmigo
eso no funciona, acá es plata en la mano, y después vemos si te alcanza para
algún cariño extra, o un poema que te recuerde.
Por eso
no necesito ponerme la máscara de poeta, lo único que quiero dejar claro, que
hay muchas formas de tomar la vida, que no eres la única mujer que le pasa, que
somos muchas, y que de nuestras decisiones dependen que nuestro futuro sea
diferente. Yo soy un ave con las alas parchadas, que vuela libre en un cielo
lleno de buitres esperando mi caída, pero aun así no me privo de mi necesidad
de volar.
genial. demasiada belleza y choreza. habían lugares en común.
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