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La casa de los abuelos

La casa de los abuelos.

Me gustaba la casa de los abuelos,
recuerdo el olor a te que salía desde la cocina
y como me quemaba la lengua con los panes amasados,
estaban la pata loca, la Chepa
y por su puesto los gatos y perros,
me acuerdo de la casa de los abuelos
y vienen a mi paladar los sabores de ese caldo amarillito de la cazuela de pollo
y los huevos de colores
era una infancia llena de rosas de colores
de juegos
de palabras
de amor
me gustaba la casa de los abuelos
subir a los árboles olvidarme del mundo
y comer la fruta recién cortada, esas ciruelas verdes
y espantar gorriones,
molestar a las gallinas
o tratar de robarle los huevos a los ganzos
que por cierto picoteaban fuerte,
los helechos y las plantas
recuerdo cuando jugaba con los chanchitos de tierra
y cazaba arañas desde las paredes viejas
la casa de los abuelos
donde se peleaban los viejos,
donde jugaron nuestros hijos,
donde las fiestas eran de 3 días
recuerdo el sonar de la lluvia en las planchas de zinc
y el olor del aserrín recién cortado
recuerdo el calor del fuego de la salamandra
y las caricias escondidas en el bambú
las lágrimas que inundaron el naranjo cuando velábamos a la abuela
mismas lagrimas bajo el parrón cuando moría mi padre,

la casa de los abuelos, la que ahora es tan solo un recuerdo. 

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