Prefiero morir crucificada,
que lapidada, será mejor el castigo,
por el mismo pecado,
de predicar la libertad,
es fácil castigar, como lo hacían los emperadores
sin saber antes cuales eran sus opciones ,
¿que encrucijada te llevo al pecado,?
¿cual fue tu dolor que te llevo a ese punto?
¿cual fue la tentación que te presenta la serpiente?
¿que es tan atrayente que te lleva a correr el riesgo?
¿que pasa por tu mente?
¿cual es tu sentimiento, de hasta asumir incluso el castigo?
por mi culpa, por mi gran culpa, por mi grandísima culpa…
Será de la misma manera en la que se castiga a Judas
será que los camicace no tienen más valor que la locura de
creer que tienen la razón,
el creer que son un medio para un cambio,
que no va a cambiar, dependiendo de lo que el haga,
¡porque el odio engendra odio!
y es una cadena que la serpiente sabe ocupar,
para que este infierno nunca llegue a terminar,
es tan manipulable este juego de poder,
que los payasos y títeres que llaman lideres,
juegan con bombas y soldados,
ingenuos que arderán en el infierno,
solo por no pensar antes de actuar,
y creer que eso será para una mejor realidad,
una realidad en que seguimos con los romanos colgando en
cruces a los corderos,
mientras los emperadores se pelean en un congreso,
las lágrimas de sangre de un pueblo que crece
con la mente de venganza, de un odio engendrado por una
serpiente
que impide evolucionar a un paraíso terrenal.
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