Ir al contenido principal

Dulces 16

Dulces 16

Mi cuerpo se pudre, el olor a descomposición invade toda la habitación. Es una mezcla
hedionda entre sudor y semen, es mi sangre que comienza a coagularse. Nadie me
escuchó, sólo me miraron y me apuntaron, como un animal más del matadero. Nadie nunca
comprenderá por qué terminé en un colchón tirado en un peladero, teniendo sexo oral para
poder comer algo mejor que la basura que recogía de la feria. Aquí terminé pudriendo mis
16 años en una habitación olvidada, a la que un psicópata me trajo después de una buena
comida y quizás pasen años antes de que encuentren mi cuerpo, mi cuerpo roído por
mordiscos y gusanos que abandono hoy, después de una larga agonía.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La casa de los abuelos

La casa de los abuelos. Me gustaba la casa de los abuelos, recuerdo el olor a te que salía desde la cocina y como me quemaba la lengua con los panes amasados, estaban la pata loca, la Chepa y por su puesto los gatos y perros, me acuerdo de la casa de los abuelos y vienen a mi paladar los sabores de ese caldo amarillito de la cazuela de pollo y los huevos de colores era una infancia llena de rosas de colores de juegos de palabras de amor me gustaba la casa de los abuelos subir a los árboles olvidarme del mundo y comer la fruta recién cortada, esas ciruelas verdes y espantar gorriones, molestar a las gallinas o tratar de robarle los huevos a los ganzos que por cierto picoteaban fuerte, los helechos y las plantas recuerdo cuando jugaba con los chanchitos de tierra y cazaba arañas desde las paredes viejas la casa de los abuelos donde se peleaban los viejos, donde jugaron nuestros hijos, donde las fiestas eran de 3 días recuerdo el so

EL AMOR DUELE

EL AMOR DUELE Hace tiempo que volaste las palabras de mi boca me arrebataste de mí el aliento y mis caderas  adoloridas de parir tus hijos sufrieron las consecuencias del  amor  lagrimas ensangretadas con saliva se vuelven el limpiapiso de la escalera que amablemente me ayudaste a bajar para terminar en la puerta de la que era nuestro hogar con los ojos perdidos y un cuello roto que me arrebata el amarte hasta que duela.

El angel de la muerte

Con su mirada perdida lo encontraron, nadie se imaginaba, que era un ángel caído, lo confundieron, como a tantos otros, entre los desposeídos que se llevaban al albergue, había llovido tanto,  como no pasaba en años, parecía que desde el cielo se desquitaban lanzando agua, los aluviones, habían enterrado a media ciudad, había personas aisladas en los cerros, era un verdadero caos, los enfermos aislados, intubados, alterados, al sentir cada sirena, cada ambulancia cargada de heridos graves.  Ella con su figura humana, le hace sentir el dolor, se levanta desorientada, una mujer dulce le abraza  - Tranquila niña, estabas tirada en el parque, ¿tienes hambre? desconcertada, le toma la mano, ve en sus ojos la soledad de su alma, perdio a su familia en un accidente, esa pobre mujer, esta en manos de un angel.